SOCIEDAD
Un testigo clave en el juicio por Marita Verón dio precisiones de cómo estaba organizado el grupo. Dónde operaban.
El testimonio del empresario Julio Mohfaud, brindado en el juicio y oral y público que se sigue por el secuestro y desaparición de Marita Verón, provocó revuelos en los tribunales tucumanos, porque por primera vez de lo que va del proceso oral, la ex esposa de Rubén Ale, María Jesús Rivero
fue acusada en forma directa de participar del reclutamiento de chicas
para posteriormente prostituirlas en las provincias vecinas de La Rioja y Catamarca.
Según contó Mohfaud en la sala, fue la propia María Jesús Rivero,
la que le reveló que más allá de las ganancias económicas que podía
obtener por ser la propietaria de cinco boliches bailables, la finalidad
de los mismos era conseguir chicas para posteriormente prostituirlas.
Su declaración fue un duro revés para Rivero, que aprovechó un cuarto un
cuarto intermedio para amenazarlo ante la presencia de numerosos
testigos, aunque después ante el tribunal trato de justificar su
reacción, diciendo que Mohfaud la había provocado.
Usurpación y aprietes. Antes de
comenzar a dar detalles sobre los hechos que se le imputan a Rivero,
Mohfaud relató como se vinculó con los Ale: “Corría el año 2001, cuando
los Ale me ofrecieron comprarme el boliche Makarena, que era de mi
propiedad. Yo no quería saber nada con esa gente, así que me negué, pero
después apareció el padre de María Jesús Rivero y en forma encubierta
me pagó 5.000 dólares como anticipó de un negocio de 60 mil dólares. De
hecho nunca pude terminar de cobrar lo que me debían y trate de
iniciarles varias causas judiciales por usurpación que nunca
prosperaron, porque nadie quiere ir contra María Jesús Rivero. y como
respuesta a mi reclamo sólo recibí aprietes y causas judiciales que
ellos me armaban”.
El Negocio de la Trata. Mohfaud
contó que cuando hizo público la posibilidad de vender el boliche a los
Ale , una de las promotoras que trabajaba con él de nombre Verónica,
junto a su amiga Sofía le pidieron que no lo hiciera, advirtiéndoles que
María Jesús Rivero usaban los mismos para reclutar chicas para la
prostitución. Datos que después el mismo pudo confirmar de boca de la
propia María Jesús Rivero, en una reunión que mantuvo junto a otros
testigos en la oficina del boliche Makarena.
Una Lady preocupada. La
declaración de Mohfaud impacto de sobremanera en la personalidad de
María Jesús Rivero, que hasta ahora se limitaba a lucir elegantes
vestuarios y costosas carteras en las audiencias, provocando el
comentario de reconocidas abogadas, que se admiraban de sus gustos tan
refinados.
Los buenos modales que habían
sido característicos de su buen trato con la prensa, se rompieron a
media mañana cuando increpó al reportero gráfico de un diario riojano y
se exasperaron al límite en el cuarto intermedio cuando amenazó a
Mohfaud. Durante toda la jornada se mostró inquieta e inclusive se
quebró en llanto cuando relato ante los periodistas las penurias que
está pasando por haber sido la esposa de Rubén "La Chancha" Ale: “No
entienden que yo ya no tengo nada que ver con él”, deslizó, mientras se
secaba las lágrimas.
Incidentes. Concluida la
audiencia, los periodistas que cubrían el juicio tuvieron que correr una
maratón improvisada para poder dar con el testimonio de Julio Mohfaud,
que salió fuertemente custodiado y fue alojado momentáneamente en la
guardia de tribunales, hasta que se decidieran las medidas de seguridad
que se iban a tomar con respecto a su traslado por miedo a que se
produzcan algún tipo de represalias.
La espera se tornó tensa, porque
a un costado de la alicaída se había dado cita un grupo de personas
dispuestas a insultarlo, pero que por suerte no paso mayores por el buen
operativo policial dispuesto, aunque Mohfaud no dudo en manifestar su
preocupación por lo que pudiera suceder a futuro como consecuencia de su
declaración.

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